Se acercan unas fechas donde nos llenamos de ilusiones, donde despiertan emociones como la añoranza, la compasión y la solidaridad y donde los nuevos propósitos nos hacen tener la esperanza de un futuro mejor.
Irremediablemente me viene a la mente Hoi An porque, a diferencia del resto del mundo, los buenos deseos fluyen en el ambiente (y flotan en el agua) no sólo ahora sino cada mes en su tradicional Festival de los faroles de luna llena.
Para mí, Hoi An es la ciudad más bonita de Vietnam, la que sí o sí tenéis que visitar y la que merece dedicarle varios días para descubrir su arquitectura única en calles y edificios y disfrutar de sus tradiciones como la que hoy os traigo.
He de reconocer que es una ciudad muy turística pero es normal: Su centro histórico es tan bello que en 1999 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco dada la peculiar mezcla de influencias chinas, japonesas y francesas que dominaron siglos atrás esta ciudad portuaria y comercial.
Y como fruto de esa influencia cultural aparecieron los faroles, preciosas linternas hechas de papel y pintadas a mano con delicadas flores. Por otro lado, Vietnam tiene una fuerte tradición budista así que con luna llena es uno de los momentos más sagrados y propicios para meditar, reflexionar sobre la vida y honrar a los antepasados. Esto se realiza encendiendo velas, quemando inciensos y realizando ofrendas. Combinando las linternas con estas celebraciones mensuales de la luna llena surge el Festival de los Faroles de Hoi An.
De todas maneras, tenéis que saber que, aunque vuestra ruta de viaje no coincida con la noche de luna llena en Hoi An, podréis ver igualmente este maravilloso espectáculo e incluso mejor que una noche de luna llena si no os gustan las masificaciones ya que se ha convertido en un gran reclamo turístico que aprovecha la gente local.
¿Y en qué consiste este festival?
Todo empieza al caer la noche que en Hoi An suele ocurrir sobre las 17:15 en invierno y las 18:30 en verano. A esa hora, el casco antiguo se cierra a la circulación de bicicletas y coches convirtiéndose en totalmente peatonal. Se apagan las luces fluorescentes y se enciende el encanto de poder pasear viendo todo iluminado sólo por la luz que desprenden los faroles ¡Me pareció tan encantador! Y eso que todavía no había visto la columna vertebral del evento: ¡el río Thu Bon que atraviesa la ciudad estaba cubierto de miles de velas multicolores portadoras de sueños, anhelos y buenos deseos de todos los presentes! ¡Es una imagen que se grabó en mi retina y en mi corazón para siempre!
Puedes contratar un paseo en sampán, una canoa tradicional vietnamita, para dar un romántico paseo y poder soltar directamente tu linterna con vela flotante. Nosotros optamos por admirarlas desde la orilla, contemplando el reflejo de las coloridas linternas que parecían bailar al son de la música de flautas de bambú y tambores.
Es verdad que durante un instante, un pensamiento de daño al medio ambiente me invadió y enturbió ese paraíso así que preguntamos y nos confirmaron que las linternas no llegaban al mar pues había un tope y además al amanecer había trabajadores encargados de mantener limpio el río. Finalmente, compramos una linterna y la soltamos con nuestros mejores deseos de salud y muchos viajes para ti que me estás leyendo.
Si tienes la suerte de estar en fin de año por allí, que sepas que la próxima noche de luna llena será el 27 de diciembre de 2023 ¿qué deseo vas a pedir tú?
Hoi An
La ciudad de los buenos deseos