Estoy segura de que si os digo que penséis en una isla griega, casi nadie pensará en Cefalonia. Pero el hecho de que sea menos famosa que Santorini o Mikonos no le resta nada de encanto ¡Al revés! Para mí, visitar un lugar que todavía conserva su autenticidad siempre tiene premio y cuando me adentré en el secreto subterráneo que esconde Cefalonia, supe que ese era mi regalo.
Vaya por delante que las cuevas no son mis formaciones naturales favoritas pero es que la cueva de Melissani es una cueva extraordinaria… ¿o has visto muchas cuevas con un lago interior navegable iluminado por la luz del sol? Esto unido al halo de misterio y fantasía que se respira en el ambiente la convierte en la mejor excursión que puedes hacer y ver en Cefalonia.
También es conocida como la Cueva de las Ninfas. Cuenta la mitología griega que aquí se arrojó y ahogó Melissani, la ninfa que se enamoró del dios Pan, cuando supo que su amor no era correspondido. Parece que esas historias locales sobre la existencia de una cueva hogar de las ninfas hizo que a mediados del siglo XX, un espeleólogo griego la redescubriese para el mundo actual.
Me puedo hacer una idea de lo que tuvo que pensar Giannis Petrocheilos (el que la descubrió) al encontrarse con esta maravilla natural “¿¿¿Pero esto es real???” Y es que hay algo de otro mundo en este lugar, un espectáculo fascinante que te atrapa en los apenas 15-20 minutos que dura la visita.
Esos al menos eran mis pensamientos cuando llegué a la puerta de entrada. Frente a mí, tenía una especie de cúpula gigantesca a la que le faltaba su parte más alta creando un tragaluz que iluminaba el agua más bonita que he visto en mi vida ¡era como fosforito!
Hazme caso y asegúrate de estar en las horas centrales del día, cuando el sol está en lo más alto. Así verás con tus propios ojos su color y comprobarás que ni estoy exagerando ni estas fotos tienen filtros.
Nos montamos en una de las barcas que navegan la cueva, primero por la parte descubierta y después por la oscura. En ningún momento sentirás claustrofobia ya que, hasta en la zona cubierta de estalactitas y estalagmitas, llega la claridad. Recuerdo que el guía nos iba explicando todo lo que veíamos pero yo apenas podía atender ¡estaba como hechizada por la belleza que me rodeaba! Nos contó que un terremoto destrozó el techo de la cueva, dejando al descubierto su lago y permitiendo que los rayos de sol enciendan su agua cristalina cada día.
Hacen una pequeña ruta circular. Cuando te quieres dar cuenta, ya tienes que estar saliendo pero te vas con la sensación de que, si hay paraíso, tiene que ser muy parecido a la cueva de Melissani.
Quizá te preguntes si está permitido el baño y, aunque suene muy tentador, está prohibido al tratarse de una zona natural protegida para preservar su belleza y entorno.
Cefalonia ha sido la isla griega que he elegido este verano y, después de recorrerla de arriba a abajo, puedo decirte que merece mucho la pena si buscas una isla con las mejores playas de Grecia y que todavía es una joya por descubrir ¿Quieres ir tú también? Pues deja que te ayude a organizarlo con Mi tiempo en tu maleta. Ponte en contacto y haz realidad tu viaje por libre de la manera más cómoda y ahorrando tiempo y dinero. Y no olvides seguirme en @mitiempoentumaleta para encontrar mucha más inspiración viajera.
La cueva de Melissani
La maravilla oculta en la isla griega de Cefalonia