Natur Batja

Cuando cuesta despedirse, cuando te vas con un nudo en el estómago y lágrimas en los ojos, sabes que ese lugar ya se queda contigo para siempre. Cuando descubres que tu mente se escapa una y otra vez allí para experimentar de nuevo esa sensación de bienestar que tuviste es porque esos momentos han calado hondo y han dejado huella en tu corazón.

Y por eso, a pesar de que no ser influencer, ni de llevarme ninguna comisión e incluso ir en contra de mi propio negocio, os quiero hablar del granero de madera más bonito que he visto en mi vida y de sus encantadores anfitriones que se han convertido en mi nueva familia eslovena.

Natur Batja es el alojamiento perfecto para conocer la zona de los Alpes de Kamnik-Savinja y, en especial, Logarska dolina, uno de los valles glaciares más bonitos de Europa.

Salir a caminar, montar en bici o a caballo mientras admiras cascadas, animales en libertad o senderos salpicados de coloridas flores son algunas de las actividades que no te puedes perder en este paraíso esloveno casi secreto, al menos para los españoles.

Natur Batja se encuentra en el pueblo de Solčava, muy cerca de la frontera entre Eslovenia y Austria. Es una zona que destaca por sus impresionantes paisajes de montaña y por la fuerte conexión entre personas y naturaleza.

Fruto de ese amor por su tierra y por sus productos autóctonos, la familia Lipnik ha sabido respetar el encanto de una casa tradicional de más de 300 años y darle una nueva versión, totalmente confortable y acogedora, que consiguen a través de la madera de alta montaña y materiales naturales como la lana de oveja con la que visten los dos apartamentos que han creado. 

Se ve y se siente el cariño que han puesto en cada detalle, todo hecho a mano por ellos mismos o por la gente del pueblo, cooperando así y ayudándose unos a otros a fomentar y promocionar sus negocios.

Sin embargo, la calidad de Natur Batja no es lo único que enamora. La calidez de esta familia, su generosidad y sus ganas de agradar es lo que hizo que encontrásemos un hogar en Eslovenia al que siempre querremos volver.

Me quedo con el día que amaneció lloviendo y en vez de agobiarme por no poder ver lo que tenía pensado, pude disfrutar más tiempo de este refugio envuelto en madera. Me quedo con la sonrisa de mi hija cuando vio su “habitación” y la escalera que había para llegar a ella. Me quedo con el pan de centeno, el bizcocho y las galletas con chocolate que amablemente prepararon para nosotros. Me quedo con la hoguera del jardín quemando marshmallows mientras contemplábamos las estrellas...

Y sobre todo, me quedo con el momento más especial de este viaje a Eslovenia:

Volvíamos de una excursión y la dueña de Natur Batja nos invitó a tomar un café .Nos sentamos con ella en la zona común de la casa hablando de la miel, las mermeladas e incluso de los helados de leche de cabra que ofrecen en una pequeña tiendita que tienen allí mismo cuando aparece la inquilina del otro apartamento diciendo que si nos molestaba si su hijo tocaba el clarinete porque tenía que ensayar. Así que, de una manera totalmente improvisada, asistimos a un magnífico concierto primero de clarinete (por el hijo de la familia alemana) y después de acordeón (por el hijo de los dueños).

La música se convirtió en el idioma común de tres familias de nacionalidades distintas consiguiendo que nos entendiésemos y nos sintiésemos una... ¡La de anécdotas y risas que nos echamos! ¡Qué pena no tener fotos de ese momento! Va a ser verdad eso que dicen de que no hay fotos de los momentos más especiales de la vida.

¡GRACIAS, GRACIAS y mil veces GRACIAS Natur Batja!  Espero haber animado a mis clientes de Mi tiempo en tu maleta y seguidores del blog a visitar Eslovenia e incluir en su itinerario Logarska Dolina para que puedan alojarse y disfrutar de vuestro maravilloso alojamiento y encantadora hospitalidad.

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