Si me leéis con frecuencia, sabéis que me gusta viajar por libre, salirme de lo típico de cada lugar y, sobre todo, practicar el slow travel para que me dé tiempo a conectar de una manera más profunda con mi destino.
Por eso tenía claro que, en nuestra escapada de 5 días a Marrakech, no iba a incluir el desierto de Merzouga que está a unas 8 horas en coche de la ciudad ¡Esa experiencia merece ser vivida con 4 o 5 días para ella sola! Sin embargo, sí que quería conocer Essaouira y no puedo estar más contenta de haberla incluido en nuestra ruta.
Essaouira es una ciudad costera bañada por el Atlántico a sólo 3 horas en coche de Marrakech. Suele ser una excursión de día completo pero yo os recomiendo muchísimo que al menos os quedéis a dormir una noche ¡Es lo que hicimos nosotros y fue todo un acierto!
Quizá porque fue nuestro primer contacto con la cultura marroquí, quizá porque me enamoró su medina declarada Patrimonio de la Humanidad o quizá porque allí vi uno de los atardeceres más bonitos que he visto en mi vida, Essaouira se ha colado directamente en mi top de destinos especiales e imprescindibles que visitar.
Recuerdo que nada más poner un pie en la que llaman Perla del Atlántico me invadió una agradable sensación de relax, de haber descubierto un lugar especial en el mundo.
El chófer nos dejó fuera de la medina porque dentro no está permitido conducir coches. Se acercaron unos chicos para llevar nuestras maletas al hotel en una especie de carros que facilita su transporte por las estrechas y adoquinadas calles pero, entre que el hotel lo teníamos cerca y que no nos gusta sentir que vamos “de señoritos” les dijimos que no. Esto lo cuento porque había leído mucho sobre la insistencia de la gente de Marruecos para vender y ofrecerte cosas. Bajo mi opinión y experiencia, si eres amable y hablas con una sonrisa siempre recibes lo mismo. Nos han tratado fenomenal y han sido maravillosos con nosotros.
Essaouira es realmente bonita. Hemos sido muy afortunados de poder disfrutarla casi sin turistas, con sol y con una temperatura estupenda en pleno diciembre.
En su arquitectura, su gastronomía e incluso en su gente se nota una fascinante mezcla de culturas que te atrapa y te sorprende a cada paso. En ciertos momentos parecía que estábamos en algún pueblo portugués y es que, en el siglo XVI los portugueses conquistaron la ciudad y dejaron huella en su muralla, sus bastiones o sus puertas.
La medina y sus zocos son mucho más tranquilos que los de Marrakech así que pudimos contemplar su preciosa artesanía sin estrés. Eso sí, el arte del regateo hay que dominarlo para llevarte algún recuerdo a casa.
Nos perdimos sin rumbo recorriendo el mellah (barrio judío), las murallas, el puerto, la playa, la Skala de la Kasbah,etc. y, en ningún momento, con sensación de inseguridad. Además, llevábamos guarda espaldas porque nos hicimos amigos de unos gatitos callejeros que no paraban de seguirnos y pedirnos mimos ¡Hasta posaban orgullosos de enseñarnos su ciudad!
Hablando de animales: en Essaouira hay muchos gatos sí pero lo que me tenía impresionada es la cantidad de gaviotas que hay ¡Nunca había visto tantas juntas! Es verdad que dan al atardecer una magia especial pero en mi caso, con lo cagona que soy, consiguieron que no disfrutase del todo de la Skala du Port y tuve que hacer la visita literalmente corriendo y gritando por miedo a ser atacada como la protagonista de la peli de “Los pájaros” de Hitchcock.
Quitando esta anécdota que todavía me cuesta la burla de mi marido y mi hija, ya he encontrado mi sitio favorito de Marruecos. Essaouira rebosa encanto en sus restaurantes, cafeterías y rooftops. Normal que haya sido refugio de artistas, músicos y escritores porque se respira un ambiente perfecto para crear belleza. ¡¡¡ Y se come de lujo!!!
Os diría muchas más razones para visitar Essaouira como que es un destino estupendo para invierno, económico y muy cercano a nuestro país pero lo mejor es que vayáis vosotros mismos y encontréis vuestros propios motivos
¡Organizarlo es muy sencillo! Ponte en contacto con Mi tiempo en tu maleta y...¡¡¡ a disfrutar!!!
Essaouira
Razones por las que deberías incluirla en tu viaje a Marruecos