Viajar en familia es una oportunidad única para que nuestros hijos aprendan sin que se den cuenta. Ya sea geografía, historia, cultura, gastronomía, etc. ¡Todo lo que descubran viajando lo interiorizan para siempre! Es uno de los regalos más completos que les podemos hacer: vivir en primera persona otras realidades, otras costumbres, otras épocas acompañadas de cientos de anécdotas que siempre ocurren cuando salimos de nuestra rutina.
Así es como caímos en un lugar de la Mancha de cuyo nombre nos acordaremos toda la vida: Mota del Cuervo, en Cuenca. Íbamos buscando alguno de los gigantes que se enfrentaron a Don Quijote y descubrimos unas encantadoras construcciones pacíficas que tan sólo pretendían saludarle con grandes aspavientos.
¡y los atardeceres son de esas imágenes que se quedan para siempre en la retina y el corazón!
En uno de estos molinos, llamado El Gigante y que también es Oficina de Turismo, es donde se lleva a cabo la molienda tradicional siempre y cuando aparezca algo tan obvio que a veces se pasa por alto…el VIENTO!!! Y además en una cantidad concreta, porque si es demasiado flojo no tendrá fuerza para mover las aspas y si es muy fuerte podría romper el mecanismo.
¿Sabías que el tejado de los molinos es movible y que tiene un papel fundamental? ¡Nosotros no! Ni que el palo tan grande que parece que sujeta al molino sirve para girar el tejado y orientar las aspas de frente al viento. Después, como si de un barco de vela se tratase, hay que cubrir las aspas con unas lonas para que recojan todo el viento posible y empiece a mover toda la maquinaria interior que permitiría moler el trigo.
Dentro de El Gigante pudimos conocer el funcionamiento de la gran rueda dentada Catalina y el origen de su nombre, la linterna, las enormes piedras circulares que muelen el grano o para qué sirven los pequeños ventanales que hay en el último piso ¿tú lo sabes?
Otros dos molinos también son visitables y albergan una exposición de arte local y un museo de utensilios manchegos con una pequeña tienda por si quieres llevarte un recuerdo.
Nos acercamos al otro lado de la carretera para ver de cerca a “El Zurdo” el único molino de España que gira a izquierdas y el más antiguo de los que hay allí. Estuvimos jugando sobre varios pivotes que hay alrededor de cada molino y que también son clave para su funcionamiento ¡no olvidéis preguntarlo cuando vayáis!
El aparcamiento es gratuito y hay un parque con columpios, mesas e incluso barbacoa para poder disfrutar de un día de campo muy muy especial. Si preferís restaurante, os recomiendo El Chuletero donde comimos tan bien que al día siguiente volvimos aunque no estábamos alojados en Mota.
No pudimos ver la molienda en directo así que ya tenemos motivo para volver. Iba predispuesta a que me encantase el plan pues me gustan mucho las edificaciones donde se realizan antiguos oficios que apenas han llegado a nuestros días, pero la experiencia es realmente interesante y superó todas nuestras expectativas.
Los molinos de Mota del Cuervo forman parte de la ruta del Quijote, así que si quieres que te ayude a organizar la ruta completa o quieres alojarte en un sitio especial cuenta con Mi tiempo en tu maleta.
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Molinos de Mota del Cuervo
Uno de los pocos sitios en España para ver una molienda tradicional