Ni blanca ni dulce Navidad

¿Cuántas veces has escrito tu nombre en la arena? ¿Cuántas se ha convertido en tu hoja en blanco donde has declarado tu amor, donde has pedido un deseo o dónde has dibujado lo que no podías expresar con palabras?

Cada vez que hacemos esto, esparcimos pedacitos de nuestro ser por la playa llegando a convertirnos en parte de ella, quizá en una parte diminuta como un grano de arena pero con posibilidades de formar parte de algo único y grande si nos unimos.

Visto así, es normal que desde el momento en que te presente este belén tan especial, sientas que tú también eres parte de él, porque tiene mucho que ver contigo y conmigo y es que está hecho con millones de granos de esperanza, de sueños y de retales de nuestra vida.

Os hablo del belén de arena de la playa de Las Canteras que tiene lugar en Las Palmas de Gran Canaria. Un evento navideño que ya es una tradición en las Islas Canarias pero que a mí me llamó mucho la atención cuando lo descubrí. Siempre relacioné la Navidad con ropa de abrigo, con chimeneas y muñecos de nieve. Las buenas temperaturas y la playa se me hacían raras para estas fechas pero después de conocer este belén he aprendido que el calor humano es independiente del clima exterior y que la magia de la Navidad también tiene su efecto en la arena de la playa.  

Durante unos días, más de 2000 toneladas de arena cobran vida representando distintas escenas del nacimiento de Jesús con enormes esculturas creadas por 8 artistas venidos de varias partes del mundo. Aquí no hay competición. Sólo la entrega, la dedicación, el cariño y el amor por su trabajo consiguen dar forma al belén de arena más grande de Europa y crear este encuentro tan bonito.

Hasta su apertura, todas las personas que se acerquen tendrán la oportunidad de ver en vivo y en directo cómo un simple montón de arena se convierte en una maravillosa imagen llena de detalles.

Bonito no sólo por su ubicación en una de las mejores playas urbanas de España ni por la exquisitez de estas obras tan grandes y realistas. Bonito por ser gratuito y por destinar cualquier donativo que consiguen de los visitantes a causas benéficas. Bonito por ser arte efímero, escenas navideñas con fecha de caducidad que nos recuerda que el tiempo es limitado y que hay que valorar el ahora, mientras se está vivo. ¡Creo que es una gran lección de vida!

Con este post he querido aportar mi granito de arena (nunca mejor dicho) para seguir fomentando nuestra cultura y nuestras tradiciones. Son el legado de nuestros mayores, nuestras raíces y lo que nos hacen únicos. En este año tan vacío de fiestas, tan privado de libertad y movilidad, la brisa que se respira en el belén de Las Canteras tiene más aroma a Navidad que nunca y desde Mi tiempo en tu maleta doy la enhorabuena a los responsables del evento por conseguir que sea una de las pocas actividades navideñas que se van a celebrar con todas las medidas de aforo y sanitarias necesarias para que sea un evento tan entrañable como seguro. 

Me hubiese encantado vivir en persona esta experiencia tan bonita pero me tendré que conformar con sentir su magia y energía de manera virtual. En cuanto concreten la forma en la que nos van a acercar la navidad os lo comunicaré para que también vosotros podáis llenaros de ilusión y fantasía.

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